
1) Nosotros a Dios
Sí, señor, te esperamos. Con esperanza, con impaciencia, con inquietud e ilusión. Porque seguimos necesitando adivinar en qué rincones te escondes, cuándo te cruzas con nosotros, en qué palabras nos hablas con ternura o con urgencia. Te esperamos porque a veces la vida se nos viene encima, y vivimos acelerados, agobiados, inseguros o sordos. Anhelamos que te hagas más presente, que tu evangelio sea, al fin, buena noticia para tantos.

Soñamos que te hagas, una vez más, amigo, maestro, Señor en nuestras vidas. Te esperamos porque tantas veces te intuimos y otras tantas te nos escapas. Enséñanos a no desesperar, a preguntar dónde estás, a seguirte buscando, siempre.
2) Dios a nosotros

Estaba durmiendo, mi corazón en vela,
cuando oigo a mi amado que me llama”
(Ct 5,2)
(Ct 5,2)
(Pastoral SJ)
0 comentarios:
Publicar un comentario