No es cosa fácil, Señor,no es cosa fácil ser hombre, ser justo, honesto y leal, ser honrado y respetar el compromiso jurado, decir siempre la verdad, no vivir acomodado al sentir de los demás. No es cosa fácil, Señor, querer seguir tu sendero, dejar las redes primero y ponerse a caminar. Pero al seguir caminando, paso a paso por tu huella, descubrí que era muy bella la tarea de ser hombre.
Jesús es... La Palabra, para ser dicha. La Verdad, para ser proclamada. El Camino, para ser recorrido. La luz, para ser encendida. La Vida, para ser vivida. El Amor, para ser amado. La Alegría, para ser compartida. El sacrificio, para ser dado a otros. El Pan de Vida, para que sea mi sustento. El Hambriento, para ser alimentado. El Sediento, para ser saciado. El Desnudo, para ser vestido. El Desamparado, para ser recogido. El Enfermo, para ser curado. El Solitario, para ser amado. El Indeseado, para ser querido. El Leproso, para lavar sus heridas. El Mendigo, para darle una sonrisa. El Alcoholizado, para escucharlo. El Deficiente Mental, para protegerlo. El Pequeñín, para abrazarlo. El Ciego, para guiarlo. El Mudo, para hablar por él. El Tullido, para caminar con él. El Drogadicto, para ser comprendido en amistad. La Prostituta, para alejarla del peligro y ser su amiga. El Preso, para ser visitado. El Anciano, para ser atendido. Para mí, Jesús es mi Dios. Jesús es mi Esposo. Jesús es mi Vida. Jesús es mi único amor. Jesús es mi Todo. »
"(...)Estas palabras no son "para ellos"... para los jóvenes sin aspiraciones, ni inquietudes; para los que son mundanos y quieren seguir siéndolo, para los que no piensan sino en amoríos tontos, y cuyo ideal de vida es solamente gozar y pasarlo bien. No es para los flojos que no tienen más aspiración que aprobar apenitas sus exámenes; ni es para los espíritus pequeños, sin capacidad de sacrificio, sin altura de miras, sin amor al prójimo.
Tampoco se dirige a aquellos que buscan antes que todo el brillo, la riqueza material, los honores, más que el crecer en el espíritu, hacer el bien, servir a los demás. Ellos no tienen problema en la elección de carrera; no eligen, o eligen por motivos imperiosos de orden material y egoísta que son los únicos que caben dentro de su espíritu.
Estas letras han sido escritas pensando "en vosotros", en vosotros, queridos jóvenes, a quienes he aprendido a conocer, a estimar y a amar en las filas de la Acción Católica. Vosotros sois los que conserváis libre el espíritu, los que deseáis hacer el bien, el mayor bien posible, no importa dónde, o mejor donde Dios quiera. Vosotros sois los que amáis sinceramente al prójimo y estáis decididos a sacrificaros por ellos, por hacer más hermosa, más útil, más alegre su vida y la vuestra.
Vosotros sois los que amáis a Dios y estáis entusiasmados por Cristo, vuestro Jefe, cuya gloria buscáis ardientemente, y cuya vida deseáis prolongar teniendo como criterio de vuestro obrar ese pensamiento que ha pasado a ser tan familiar a vuestra mente: ¿Qué haría Cristo en mi lugar? Vosotros sois los que pensáis que habéis venido a este mundo para algo más que para amontonar paquetes de billetes, tener confort en vuestra habitación, éxito en la vida social, en fin, vivir unos cuantos años estériles, sin ninguna historia que merezca ser oída en la otra vida. No; vosotros reaccionáis con entusiasmo y generosidad cuando oís las hazañas de los grandes conquistadores, de los héroes, de los santos, y quisierais prolongar sus proezas y aceptáis de antemano las austeridades y sacrificios que son el precio de lo grande.
Vosotros, con frecuencia, a pesar de vuestro ánimo generoso, escogéis sin acierto, como lo demuestran vuestros desengaños, y sobre todo sin tomar en cuenta el criterio cristiano en un asunto de tanta importancia. Obráis así, no por principios premeditados, sino porque no se os ocurre que podría hacerse de otra manera, y si quisierais hacerlo, tal vez no sabríais cómo realizarlo. Ahí van, pues, ordenados pensamientos orientadores en un asunto de tanta importancia. Ellos os ayudarán a encontrar vuestro camino a la luz de Dios, a encontrarlo como hombres y como cristianos, seguros del éxito, con la ayuda del cielo, que no se niega a quienes tan honradamente enfocan el destino de su vida(...)"
(De Hurtado, Alberto SJ. Elección de Carrera, 1943)
Es un espacio en nuestra vida para la oración a través del canto,la meditación, el silencio; Para desconectarnos de la rutina y para regalarnos un rato de amistad e intimidad con Jesús. Muchas veces nos decimos creyentes, y deseamos vivir una fe más cercana con el Señor, pero a momentos, no sabemos como responder a esta opción; ya sea porque no nos gusta demostrarlo, o porque no sabemos cómo encontrarnos de manera más personal con Él. Te invitamos a sentarse en torno a la Mesa del Señor: Donde siempre habrá cabida para todos los que deseen vivir o conocer la propuesta de Cristo y experimentar su presencia real en la oración. Cristo es nuestro PAN y en esta sociedad aparentemente saciada de sus propios consumos y ofertas desechables, Jesús se nos regala como alimento verdadero.
SEAN BIENVENIDOS
Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. todo mi haber y poseer, vos me lo disteis a vos Señor lo torno todo es vuestro. disponed conforme a vuestra voluntad. dadme solamente tu amor y tu gracia que esto me basta.