En nuestros estudios, nuestro trabajo, nuestras relaciones… ¿Dónde estás? Sal a nuestro encuentro. Ayúdanos a creer. A sentirte muy cerca, muy dentro, muy nuestro. Sé tú la fuerza viva en nuestra debilidad, el amor en nuestro anhelo, el sentido para nuestras preguntas.
A veces uno anda buscando fuera de sitio. Quizás por eso es tan difícil encontrarte. Sepulcros que pueden ser memorias difíciles, espacios donde solo se vive en la superficie, falsas alegrías, egos inflados…
Habitaciones pobladas por los propios demonios que a uno le hacen sentir un poco más muerto. Lo mejor que se puede hacer es salir de esos lugares de tiniebla y vacío, porque ahí no hay demasiado que rascar.
BUSCAR ENTRE LOS VIVOS
Los vivos que necesitan amor. Los que aman. Los que viven con la alegría de los sencillos. Los que perdonan. Los que contagian la pasión que vence a las cruces de este mundo.
Los que, teniendo motivos para rendirse, muestran la inquebrantable determinación de seguir adelante. Los que sirven. Los que celebran, de verdad, la vida. Los que abrazan. Los que arriesgan.
“Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20)
(Pastoralsj.org)
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