Para recobrar

jueves, 15 de agosto de 2013

Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,

si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.

 Francisco Luis Bernárdez

Fue en una noche como hoy

miércoles, 14 de agosto de 2013


En una noche como hoy, un joven decide no asistir a su titulación, dejar en casa a su mamá, hermano y partir "solo y a pie" hacia una nueva forma de mirar el mundo. 

Un 14 de Agosto de 1923, Alberto Hurtado ingresa al noviciado de los Jesuitas en Chillán. Comienza asi su historia, su camino. Aunque su caminar no lo empezò el dia en que lo vieron vestir sotana o un 15 de agosto de 1925 cuando hizo sus primeros votos y firmó como SJ. El camino de Alberto lo comenzò en su casa, en su colegio, en sus juegos de niño, en su pololeo, en las conversas con su guía espiritual y en el ejemplo de su madre. 

Reconozcamos el paso de Dios también en nuestras actividades, en nuestros días, en los estudios, en los trabajos, en nuestros hogares y seres queridos. Acaso no pretendamos fijar un punto de partida a Dios. Èl sigue presente en todas las cosas, y todas ellas revelaràn a Dios que se muestra a veces por caminos insospechados.

 La vida de Alberto sacerdote es ejemplo para los que han optado por consagrar sus vidas. Aún viven entre nosotros algunos de los jóvenes que él acompañó entonces en su discernimiento vocacional: ahora son jesuitas mayores. Estos ancianos nos recuerdan el ejemplo y el mensaje de Alberto Hurtado, que no es sino el mismo Evangelio. Y todavía hoy sus palabras siguen tan vigentes para nuestro país y muchos jòvenes aun les inspira: “El prójimo, el pobre en especial es Cristo en persona. Lo que hagan al menor de mis pequeños a Mí lo hacen. El pobre suplementero, el lustrabotas... la mujercita de tuberculosis piojosa es Cristo. El borracho... no nos escandalicemos: es Cristo. Insultarlo. Burlarse de él. Despreciarlo es despreciar a Cristo.”

Pegarse un pedaleo al alma

martes, 13 de agosto de 2013


 "Porque así como el pasear, caminar y correr son ejercicios corporales, de la misma manera, los Ejercicios Espirituales son todo modo de preparar y disponer el alma, para quitar de sí las afecciones desordenadas, y después de quitadas, para buscar y hallar la voluntad divina en la disposición de su vida, para la salvación del alma”.
(San Ignacio de Loyola)